La reforma del Código Penal del 2010 y posterior modificación en el 2015 introdujo la responsabilidad penal de la persona jurídica en las infracciones causadas por la sociedad y por los empleados, al no haber ejercido el debido control sobre ellos, sin perjuicio de las responsabilidades penales individuales de los autores de los delitos.
Es por ello por lo que es altamente recomendable el que las empresas cuenten con un “manual de compliance”, esto es, un manual normativo que advierta de lo que se puede y de lo que no se puede hacer y que permita la atenuación e incluso la exoneración de la responsabilidad penal en caso de que alguno de sus empleados o los propios socios o directivos de la empresa incurriesen en alguna actuación tipificada como delito, como pudiera ser la revelación de secretos, delitos societarios, falsedad documental, fraude fiscal, prevención de riesgos laborales, protección de datos, delitos contra la propiedad intelectual, entre otros.